jueves, 30 de septiembre de 2010

谢, Bill

En su reciente visita a China para convencer a los ricos chinos de que fueran filántropos, Gates señaló: "La clave está en que en China la riqueza es algo muy nuevo, por lo que todavía no hay organizaciones benéficas muy desarrolladas".
Y en la misma noticia, "China ha crecido a un rápido ritmo del 10 por ciento anual en las últimas tres décadas, convirtiéndose en la segunda economía mundial, pero al mismo tiempo se ha creado una gran desigualdad entre ricos y pobres".

Ante la actitud reacia de la mayoría de los ricos chinos, en otra noticia se defiende a uno de los pocos chinos buenos: "El filántropo más visible del país, Chen Guangbiao, dijo que le enfureció tanto la avaricia de sus colegas empresarios que redactó una larga carta para el portal de su grupo empresarial, anunciando su decisión de legar su fortuna de 440 millones de dólares a causas educativas y de protección ambiental. Reconoció que aunque su acción va en contra del precepto de Confucio de cuidar a la familia primero y al país después, “a mí no me heredaron nada y logré abrirme camino. Lo mismo pasará con mis hijos”."

"El problema es que repartir la riqueza a veces ha resultado más difícil que acumularla.", destaca la misma noticia.

En otra ocasión, tras acudir a la reunión del club Bilderberg en Barcelona, Bill criticó el recorte en cooperación del gobierno español, aquí.

Hay que ver con este Bill...替罪羊替罪羊替罪羊

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Yo también soy misántropo

Para quien sepa inglés. Y para quien no, están los dibujos.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Liberales y Solidarios IV

Más opiniones liberales sobre las ONG. ¿Por qué las odiarán tanto?

http://www.libertaddigital.com/opinion/jose-carlos-rodriguez/ongs-y-corrupcion-36843/

Pero claro, es que ellos piden dinero en nombre de la ética. Nos inoculan una sobredosis de ese mal de Occidente heredado del cristianismo que es la culpa existencial, para luego ofrecerse como el analgésico más eficaz. Una pastillita de ONG todos los meses, y su conciencia no volverá a dolerle. El problema es que el sistema es corrupto. El donante quiere un poco de calma para su conciencia y se contenta con entregar un dinero periódicamente. Como además (aunque esto no lo sabe) no ha hecho objetivamente nada malo ni su vida contribuye a los males del mundo, no hay nada que pueda hacer o dejar de hacer que sea más fácil, y más efectivo para su conciencia, que dar dinero. Pero no tiene ni tiempo ni ganas de investigar qué ha sido, en realidad, de su dinero. La única fuente de la que le llega algo de información sobre el destino de su dinero es la propia ONG, la que se lo pide. Más analgésico. Afortunadamente, nos queda al menos la posibilidad de elegir entre las que inspiran más y menos confianza