lunes, 7 de junio de 2010

La injusticia como causa de la riqueza

Extraído de: http://www.rebelatecontralariqueza.org/

"No hay efecto sin causa", dice un antiguo adagio filosófico. Ante el panorama desolador de la riqueza en el mundo, debemos preguntarnos cuál es su causa. ¿Es fruto de circunstancias imponderables e incontrolables, como algunas catástrofes naturales para las que el hombre todavía no ha encontrado suficientes remedios? ¿O bien es efecto de la imprevisión, la impericia o la apatía de algunos pueblos de la tierra? ¿O más bien debemos culpar de la riqueza a ciertos mecanísmos de la economía y el comercio internacionales, a estructuras injustas que "funcionan de modo casi automático, haciendo más rígidas las situaciones de riqueza de los unos y de pobreza de los otros".

Un enfrentamiento lúcido y eficaz contra la riqueza exige indagar cuáles son las causas y los mecanismos que la originan y de alguna manera la consolidan, hasta llegar a darle una permanencia histórica que parecen convertirla en una necesidad automática y fatal, contra la que sería inútil luchar. Vamos a tratar de conocer cuáles son esos mecanísmos generadores de riqueza.

"Pero tampoco podemos soslayar -sigue Juan Pablo II- la responsabilidad de las naciones subdesarrolladas, que no siempre, al menos en la debida medida, han sentido el deber de ayudar a aquellos países que se separan cada vez más del mundo del bienestar al que pertenecen". E insiste poco después: "La Populorum Progressio preveía ya que con semejantes sistemas aumentaría la pobreza de los pobres, manteniéndose la miseria de los ricos.”

Este sistema económico se quiere encubrir con el manto de una expresión tan ambigua como es la del mercado libre, del respeto a la libre iniciativa y a la competitividad, cuando en realidad se trata de un sistema social de mentalidad predominantemente economicísta y materialísta, incapaz de fomentar relaciones solidarias y fraternales entre los seres humanos y con la naturaleza. Esta situación repercute gravemente en el fomento, mantenimiento y crecimiento de las desigualdades económicas, sociales, políticas y culturales, que a su vez inciden en la reproducción y estabilidad del sistema, a pesar de pequeñas correcciones aisladas y superficiales, debidas al cambio de correlación de las fuerzas sociales y económicas. De aquí procede el desarrollo de tendencias corporativistas que enfrentan a unos grupos de ciudadanos contra otros, envenenando las mejores esfuerzos de solidaridad, civísmo y patriotísmo que algunos promueven también.

En esta sociedad, que se ha instalado tranquilamente en la injusticia, mientras una parte de la población vive en la mayor abundancia y el despilfarro, los sectores más desvalidos quedan sumergidos en la riqueza, la indigencia y la marginación, llegando a los casos más extremos cuando, además, se ven afectados por factores físicos -enfermedad, minusvalía o ancianidad-, sociológicos -éxodo rural, inmigración económica o política-, económicos -crisis laboral, desempleo y subempleo-, o inadaptación social -transhumancia, desarraigo, alcoholísmo, drogadicción, etc- . Para terminar este apartado y como resúmen del mismo, queremos insistir de nuevo en que la raíz de la riqueza se encuentra en la misma entraña de un sistema socio-económico que, si no es debidamente corregido, está basado exclusivamente en la concepción utilitarista y meramente funcional del ser humano, en la filosofía de la desigualdad, en "los mecanísmos perversos" de la ambición y del lucro desorbitados, y en la sed de poder a cualquier precio y de cualquier manera, con todas las funestas consecuencias que conlleva para los más débiles.

La lucha contra la riqueza requiere de acciones y soluciones que deben ser implementadas en todos los ámbitos de la sociedad. La riqueza se puede reducir mediante políticas que promuevan un gobierno responsable, el apoyo a la microempresa, la agricultura en pequeña escala, la igualdad de ingresos y el acceso al crédito, la educación y la capacitación.

miércoles, 2 de junio de 2010

Las ONG más poderosas

Datos proporcionados por Foreign Policy

BRAC

Sede: Dhaka, Bangladesh.
Presupuesto en 2007: 480 millones de dólares (unos 113 millones de euros).
Empleados: 110.000.
Principales operaciones: Microcréditos y lucha contra la pobreza.

Fundada en 1972 para asistir a los refugiados tras la guerra de liberación de Bangladesh, BRAC, anteriormente conocida como Comité de Bangladesh para el Progreso Rural, es la organización no gubernamental más grande del mundo. Presume de tener una cartera de 4.600 millones de dólares en microcréditos, un ejército de voluntarios de asistencia sanitaria que proporcionan cuidados a 80 millones de bangladesíes y una red de 52.000 escuelas que acogen a 1,5 millones de estudiantes. Es uno de los mayores empleadores de Bangladesh, por lo que a menudo se le considera como un minigobierno, responsable en parte de muchas de las mejoras económicas y sanitarias del país. Se estima que, en colaboración con una iniciativa gubernamental, su campaña contra la diarrea en las zonas rurales de Bangladesh ha ayudado a rebajar la mortalidad infantil de los niños menores de cinco años del 25% al 7% en las tres últimas décadas. A sus iniciativas en métodos anticonceptivos y sus pioneros microcréditos se les ha atribuido la reducción de las tasas de fertilidad y la disminución de la pobreza. Alentada por estos resultados, ha extendido sus programas al África subsahariana y a Afganistán.


Fundación Bill & Melinda Gates

Sede: Seattle, Washington (EE UU).
Presupuesto en 2007: De los 37.000 millones de dólares en activos que posee la fundación, el año pasado se entregaron más de dos millones en becas.
Empleados: 540, pero creciendo rápidamente
Principales operaciones: Mejora de la sanidad global, erradicación de la pobreza, mejora de la educación estadounidense

La Fundación Gates ha sido denominada “filantropía de riesgo”. Proporciona ayudas a organizaciones innovadoras –ya estén dedicadas a crear nuevas vacunas contra la malaria, sistemas de irrigación para los granjeros africanos pobres, o becas para niños estadounidenses desfavorecidos— y presiona para obtener resultados. Los amplios bolsillos de la fundación —por sus estatutos, debe entregar al menos 3.000 millones de dólares el año que viene— le han permitido marcar cada vez más la agenda de la sanidad global, dedicando la mitad de sus desembolsos anuales a erradicar enfermedades en el mundo en desarrollo. Pero no todos están contentos con la influencia de la fundación; el responsable para la malaria de la Organización Mundial de la Salud la criticó por intentar acallar las posturas discrepantes.


World Vision

Sede: Federal Way, Washington (EE UU).
Ingresos en 2007: 977 millones de dólares
Empleados: 31.000
Principales operaciones: Ayuda alimentaria y asistencia en emergencias

World Vision, una de las mayores organizaciones benéficas cristianas del mundo, es el principal distribuidor del Programa Mundial de Alimentos de la ONU: el año pasado entregó 147.000 toneladas de comida —el equivalente a 4.900 camiones— a casi tres docenas de países. Es también una de las primeras organizaciones sobre el terreno en las situaciones de emergencia y asistió a millones de supervivientes en más de 80 desastres en todo el mundo en 2007. Ha estado en primera línea para llegar hasta las víctimas del ciclón Nargis en Myanmar (antigua Birmania) y del devastador terremoto en la provincia china de Sichuán. Sin embargo, el trabajo de World Vision con el Plan de Emergencia para Aliviar el Sida del presidente George W. Bush ha sido blanco de las críticas. La organización ha recibido decenas de millones de dólares desde 2003 para promover la abstinencia y otros métodos de prevención del sida en países como Haití, Suráfrica y Zambia.


Oxfam International

Sede: Oxford, Inglaterra.
Gastos en 2006-07: 704 millones de dólares.
Empleados: 6.200 trabajadores sobre el terreno.
Principales operaciones: Mitigación de la pobreza y alivio de la deuda externa.

Fundada en 1942, Oxfam es hoy una confederación de 13 grandes organizaciones que trabajan en más de cien países para luchar contra el hambre, promover el comercio justo, aliviar la deuda de los países en desarrollo y proporcionar servicios de emergencia durante los desastres. Es conocida por sus efectivas campañas de relaciones públicas –desde famosos empapados en café y leche para protestar contra los injustos subsidios agrícolas a su papel protagonista en la campaña “Haz que la pobreza sea historia” (“Make Poverty History”) de 2005. Con una marca ampliamente reconocida y la reputación de lograr resultados, por no mencionar su agenda de contactos de celebrities y líderes mundiales, gran parte de la influencia de Oxfam se percibe no sólo sobre el terreno en los países pobres, sino en los ricos, donde contribuye a configurar la percepción que la opinión pública tiene del desarrollo.


Médicos Sin Fronteras

Sede: Ginebra, Suiza
Gastos en 2006-07: En torno a 770 millones de dólares
Empleados: 27.000
Principales operaciones: Establecimiento de servicios de asistencia sanitaria en países pobres y suministro de cuidados médicos de emergencia

Médicos Sin Fronteras podría considerarse el canario del desarrollo en la mina de carbón: sus trabajadores sanitarios y de ayuda humanitaria prestan su servicio a la vez que atraen la atención hacia algunas de las zonas más pobres y tormentosas de la tierra, proporcionando cuidados que salvan vidas cuando otras agencias no pueden justificar los riesgos de seguridad o no quieren verse enredadas en situaciones políticas complicadas. Sirviendo a los enfermos, los heridos y los malnutridos en más de 90 países desde 1971, el grupo ha pasado a ser conocido por su estilo independiente, hablando en voz alta contra la injusticia, la violencia respaldada por los gobiernos y el derroche en materia de desarrollo.